Cerca ya de la mitad de siglo, ciertas veces llegan a mi memoria recuerdos de la niñez en forma de frases, con algunos detalles que uno recuerda con añoranza. Leyendo la información sobre la revisión por pares y analizando cuestiones sobre los datos obtenidos en la investigación, no sé las razones, pero a mi mente llegó el recuerdo de un término que de niño no acababa de entender: el código deontológico. La actividad científica, sus publicaciones, sus evaluaciones y sus críticas, se basan en las personas y como tal la buena práctica profesional que debe aplicarse en los procesos y sobre la que está basada el trabajo en equipo y el cumplimiento de todos los requisitos implícitos que de esto se deriva, entre ellos el del cumplimiento de ese código deontológico. Muchas veces escuché que para desarrollar determinadas profesiones era necesario firmar ese famoso código deontológico. Pocas personas conozco que lo hayan firmado, aunque quiero entender que el ejercicio de la profesión l
Hoy tenía que celebrarse la sesión de cierre del curso ABAI 2 y para ello teníamos que preparar unas ideas de base para comentarlas en la sesión presencial. La pandemia del COVID 19 y el confinamiento que nos está tocando vivir desde hace más de seis semanas y la imposibilidad de realizar una sesión presencial para cerrar el curso, me exige ampliar la información inicialmente documentada y guardada como borrador, para compartir con vosotros de una manera más amplia mi acercamiento al mundo de las patentes y la protección de los resultados. En el mundo industrial español las empresas cuando generan un nuevo conocimiento que puede dar como resultado un nuevo producto o un nuevo proceso, buscan la manera de proteger esa invención o descubrimiento. En el grupo de las grandes empresas, la patentabilidad de los resultados es una de las principales opciones, a la altura del secreto industrial, aunque en la mayor parte de los casos, cuando la rentabilidad no está clara, la difusión de lo