En esta entrada voy a comentar parte de mis experiencias en materia de divulgación y los retos que se presentan para lograr realizar esta tarea en el futuro.
Experiencias en divulgación
Mi posición laboral históricamente me ha permitido hacer una de las actividades más satisfactorias a nivel personal que es la de transmitir conocimientos de una materia en mi actividad laboral y de una manera aplicada. Ese ha sido el contacto con la "divulgación" que hasta ahora he tenido, no desde el punto de vista científico, sino más desde el punto de vista social, cultural y también comercial, tratando de generar un espacio de confianza donde aportar nuevos conceptos, nuevos conocimientos.
El tiempo que llevo como "profesional de la ciencia" las actividades de divulgación se han centrado únicamente en la exposición de una respuesta reflexionada a la pregunta que casi todos tememos que nos hagan y a la que respondimos con "nuestra pregunta" en la primera de las entradas de este blog.
Que "El conocimiento es un derecho humano", como frase que más me ha impactado de los textos propuestos debería obligarnos de una manera profesional y vocacional a realizar actividades de divulgación.
La divulgación debería ser el orgullo de lo que uno hace en su labor investigadora, frente al concepto de "requerimiento" que ahora mismo se encuentra instalado en muchos ambientes científicos. No debería nada más gratificante desde el punto de vista personal que poder contar "lleno de orgullo y satisfacción" las actividades que uno realiza en su vida de investigador y las posibles aplicaciones que esas actividades pueden tener en el mercado, en la industria, en la sociedad.
La pregunta ¿y de qué estás investigando? lejos de suponer un problema, debería permitirnos poder mostrar a la "sociedad más cercana" vías de investigación y su posible aplicación en la sociedad, poniendo sobre la mesa los beneficios, ventajas y vías de futuro que permitan:
Una vez analizadas las bondades de la divulgación para la sociedad y para el propio investigador, llega el momento de plantearse de una manera general, qué hacer y cómo.
Para ello, lo primera pregunta que me debería hacer quizá sería ¿para qué quiero o debo hacer yo divulgación de mi actividad científica?
En relación al qué y cómo (conceptos cuya relación es indivisible) varía mucho con respecto al destinatario de la divulgación a realizar. La realidad personal me ha llevado a la generación de un proceso muy formal, de tal manera que dicha relación se orienta en una línea donde es importante describir, mostrar y generar inquietud y ganas de facilitar nuestros procesos de investigación y la apertura de nuevas líneas de trabajo científico.
Dados los objetivos planteados, el para qué de la divulgación, es evidente que el planteamiento personal no es otro sino el de realizar divulgación para sobrevivir en el proceso de mantenimiento y crecimiento de la línea investigadora.
Hacer divulgación (o como decimos internamente, vender nuestras líneas investigadoras) supone superar las barreras existentes que dificultan la tarea y la primera y más importante es la de integrar en las tareas propias del proceso investigador, un objetivo de generar la información propia para la divulgación, en sus formas y formatos y prepararse para poder mostrar ante un foro aquello que se desea transmitir. Pensar en mensajes, buscar imágenes, diseñar posters y flyers, presentar el trabajo a la familia, amigos y conocidos, contarlo a los hijos es el proceso natural y necesario para lograr el objetivo planteado.
Eso no quiere decir que el proceso sea fácil. Si lo fuera, posiblemente no habríamos tenido que reflexionar sobre ello. Pero como casi todas las dificultades, además de disponer de métodos, se superan mejor en equipo, así que vamos a por ello.
Un blog como herramienta
De manera premeditada en la reflexión de los párrafos anteriores he utilizado medios de difusión del siglo XX, pero ¿y los del siglo XXI?
No tendría sentido pensar en realizar una divulgación científica, una difusión de los avances científicos sin utilizar las herramientas que las Tecnologías de la Información y Comunicación aportan a la sociedad. Si los medios de comunicación tradicionales están evolucionando necesariamente hacia el mundo TIC, evidentemente también los investigadores debemos hacerlo.
De entre todas esas herramientas TIC, un blog es una herramienta sencilla de utilizar, sencilla de mantener y con capacidad para poder disponer de un repositorio interesante para poder mostrar el camino, generar discusiones, generar tráfico a la línea de investigación. Además el blog es una herramienta poco costosa desde el punto de vista económico, como un gran número de herramientas de comunicación TIC.
Sin embargo, también aparecen dificultades en el mantenimiento del blog como es la de mantener la tensión necesaria para lograr que la divulgación sea efectiva, al igual que sucede con todos los medios de comunicación en redes sociales que permitan generar y mantener los leads necesarios para lograr los objetivos deseados.
Esa exigencia quizá haga que sea una herramienta costosa desde el punto de vista personal. Para superar esa barrera, esa limitación, es preciso hacerla con pasión, con cariño, con profesionalidad impuesta personalmente.
Termino estas líneas cerrando el ciclo: Mantener una herramienta de difusión exige crear un proceso, un procedimiento, una actividad laboral que exija tareas y registros, resultados que llevar al público en general y todo ello requiere formación personal, requiere un tiempo importante, requiere de una metodología de trabajo, de unos objetivos, de unas tareas y del análisis de los resultados. Y todo ello exige una motivación personal que tenemos que alimentar y en equipo siempre se puede lograr mejor.
Experiencias en divulgación
Mi posición laboral históricamente me ha permitido hacer una de las actividades más satisfactorias a nivel personal que es la de transmitir conocimientos de una materia en mi actividad laboral y de una manera aplicada. Ese ha sido el contacto con la "divulgación" que hasta ahora he tenido, no desde el punto de vista científico, sino más desde el punto de vista social, cultural y también comercial, tratando de generar un espacio de confianza donde aportar nuevos conceptos, nuevos conocimientos.
El tiempo que llevo como "profesional de la ciencia" las actividades de divulgación se han centrado únicamente en la exposición de una respuesta reflexionada a la pregunta que casi todos tememos que nos hagan y a la que respondimos con "nuestra pregunta" en la primera de las entradas de este blog.
Que "El conocimiento es un derecho humano", como frase que más me ha impactado de los textos propuestos debería obligarnos de una manera profesional y vocacional a realizar actividades de divulgación.
La divulgación debería ser el orgullo de lo que uno hace en su labor investigadora, frente al concepto de "requerimiento" que ahora mismo se encuentra instalado en muchos ambientes científicos. No debería nada más gratificante desde el punto de vista personal que poder contar "lleno de orgullo y satisfacción" las actividades que uno realiza en su vida de investigador y las posibles aplicaciones que esas actividades pueden tener en el mercado, en la industria, en la sociedad.
La pregunta ¿y de qué estás investigando? lejos de suponer un problema, debería permitirnos poder mostrar a la "sociedad más cercana" vías de investigación y su posible aplicación en la sociedad, poniendo sobre la mesa los beneficios, ventajas y vías de futuro que permitan:
- Poder generar cultura social en la materia de investigación.
- Poder aplicar conocimiento generado en la sociedad y por la sociedad.
- Acercar la investigación a la sociedad.
- Generar cultura investigadora en todas las franjas de edad de la sociedad.
- Dar valor al trabajo que se realiza.
- ...
Para qué, qué y cómo
Una vez analizadas las bondades de la divulgación para la sociedad y para el propio investigador, llega el momento de plantearse de una manera general, qué hacer y cómo.
Para ello, lo primera pregunta que me debería hacer quizá sería ¿para qué quiero o debo hacer yo divulgación de mi actividad científica?
- En primer lugar para lograr la financiación pública y privada requerida para poder continuar una línea de investigación de futuro tanto por los actuales miembros del grupo de investigación como por futuras incorporaciones.
- En otro orden, para lograr concienciar a la sociedad de la importancia de la economía circular y la necesidad de poder ofrecer soluciones científicas, técnicas y tecnológicas a las empresas industriales en relación a uno de los puntos claves de sus procesos y que hasta hace poco eran los gran olvidados.
En relación al qué y cómo (conceptos cuya relación es indivisible) varía mucho con respecto al destinatario de la divulgación a realizar. La realidad personal me ha llevado a la generación de un proceso muy formal, de tal manera que dicha relación se orienta en una línea donde es importante describir, mostrar y generar inquietud y ganas de facilitar nuestros procesos de investigación y la apertura de nuevas líneas de trabajo científico.
Dados los objetivos planteados, el para qué de la divulgación, es evidente que el planteamiento personal no es otro sino el de realizar divulgación para sobrevivir en el proceso de mantenimiento y crecimiento de la línea investigadora.
Hacer divulgación (o como decimos internamente, vender nuestras líneas investigadoras) supone superar las barreras existentes que dificultan la tarea y la primera y más importante es la de integrar en las tareas propias del proceso investigador, un objetivo de generar la información propia para la divulgación, en sus formas y formatos y prepararse para poder mostrar ante un foro aquello que se desea transmitir. Pensar en mensajes, buscar imágenes, diseñar posters y flyers, presentar el trabajo a la familia, amigos y conocidos, contarlo a los hijos es el proceso natural y necesario para lograr el objetivo planteado.
Eso no quiere decir que el proceso sea fácil. Si lo fuera, posiblemente no habríamos tenido que reflexionar sobre ello. Pero como casi todas las dificultades, además de disponer de métodos, se superan mejor en equipo, así que vamos a por ello.
Un blog como herramienta
De manera premeditada en la reflexión de los párrafos anteriores he utilizado medios de difusión del siglo XX, pero ¿y los del siglo XXI?
No tendría sentido pensar en realizar una divulgación científica, una difusión de los avances científicos sin utilizar las herramientas que las Tecnologías de la Información y Comunicación aportan a la sociedad. Si los medios de comunicación tradicionales están evolucionando necesariamente hacia el mundo TIC, evidentemente también los investigadores debemos hacerlo.
De entre todas esas herramientas TIC, un blog es una herramienta sencilla de utilizar, sencilla de mantener y con capacidad para poder disponer de un repositorio interesante para poder mostrar el camino, generar discusiones, generar tráfico a la línea de investigación. Además el blog es una herramienta poco costosa desde el punto de vista económico, como un gran número de herramientas de comunicación TIC.
Sin embargo, también aparecen dificultades en el mantenimiento del blog como es la de mantener la tensión necesaria para lograr que la divulgación sea efectiva, al igual que sucede con todos los medios de comunicación en redes sociales que permitan generar y mantener los leads necesarios para lograr los objetivos deseados.
Esa exigencia quizá haga que sea una herramienta costosa desde el punto de vista personal. Para superar esa barrera, esa limitación, es preciso hacerla con pasión, con cariño, con profesionalidad impuesta personalmente.
Muy buen trabajo. Muhcas reflexiones ahí.
ResponderEliminarMe ha gustado particularmente: "No debería nada más gratificante desde el punto de vista personal que poder contar "lleno de orgullo y satisfacción" las actividades que uno realiza en su vida de investigador y las posibles aplicaciones que esas actividades pueden tener en el mercado, en la industria, en la sociedad."