La ciencia y la economía se reposicionan ante el paradigma de la Economía Circular.
Como indicaba Miguel Elizondo en su noticia publicada en Invertia-El Español de fecha 23 de febrero de 2018, "la época dorada de las economías occidentales se ha basado en un modelo de consumo lineal" y "con el aumento de población, de la esperanza de vida y la salida de la pobreza de cientos de millones de personas en todo el mundo, los recursos actuales no serán suficientes si no reseteamos este paradigma lineal".
El nuevo paradigma de la economía circular, al igual que como ha pasado y pasa con muchos otros, analiza y mira el pasado con ojos de estupefacción al comprobar cómo las sociedades basadas en el paradigma lineal de la economía son capaces de generar montañas de residuos inertes, pero también de alta peligrosidad que en muchos casos se están gestionando en el denominado históricamente tercer mundo, denominados hoy quizá de manera eufemística como países de economía emergente.
La economía circular nos exige tener que investigar en diferentes campos y desarrollar procesos, sistemas y metodologías capaces de generar riqueza sin tener que generar residuos o generando la menor cantidad de ellos, pero también exige otros requerimientos.
Entre ellos, uno de los más llamativos quizá sea la de la capacidad de generar valor del reciclaje y de la re-utilización de los recursos. Las grandes montañas de residuos trasladadas a países "lejanos" han generado una cierta tranquilidad a las economías más boyantes, pero socialmente se ha generado una línea de pensamiento por la que se define que ha llegado el momento de resarcir esta mala praxis.
La economía circular integral y su concepto aplicado no solo a futuro, sino también a los residuos generados en el pasado analizándolos desde el punto de vista de fuente de recursos reduciendo su impacto medioambiental y favoreciendo la generación de riqueza.
Quizá el nuevo paradigma de la economía circular nos ayude a mirar al futuro y generar valor de los problemas generados en lugar de mirar al pasado para ver nuestras debilidades.
Como indicaba Miguel Elizondo en su noticia publicada en Invertia-El Español de fecha 23 de febrero de 2018, "la época dorada de las economías occidentales se ha basado en un modelo de consumo lineal" y "con el aumento de población, de la esperanza de vida y la salida de la pobreza de cientos de millones de personas en todo el mundo, los recursos actuales no serán suficientes si no reseteamos este paradigma lineal".
El nuevo paradigma de la economía circular, al igual que como ha pasado y pasa con muchos otros, analiza y mira el pasado con ojos de estupefacción al comprobar cómo las sociedades basadas en el paradigma lineal de la economía son capaces de generar montañas de residuos inertes, pero también de alta peligrosidad que en muchos casos se están gestionando en el denominado históricamente tercer mundo, denominados hoy quizá de manera eufemística como países de economía emergente.
La economía circular nos exige tener que investigar en diferentes campos y desarrollar procesos, sistemas y metodologías capaces de generar riqueza sin tener que generar residuos o generando la menor cantidad de ellos, pero también exige otros requerimientos.
Entre ellos, uno de los más llamativos quizá sea la de la capacidad de generar valor del reciclaje y de la re-utilización de los recursos. Las grandes montañas de residuos trasladadas a países "lejanos" han generado una cierta tranquilidad a las economías más boyantes, pero socialmente se ha generado una línea de pensamiento por la que se define que ha llegado el momento de resarcir esta mala praxis.
La economía circular integral y su concepto aplicado no solo a futuro, sino también a los residuos generados en el pasado analizándolos desde el punto de vista de fuente de recursos reduciendo su impacto medioambiental y favoreciendo la generación de riqueza.
Quizá el nuevo paradigma de la economía circular nos ayude a mirar al futuro y generar valor de los problemas generados en lugar de mirar al pasado para ver nuestras debilidades.
Kuhn iba más sobre el conocimiento científico, y no se yo si la economía circular es un paradigma en ese sentido o más bien sociopolítico. Pero seguro que es un paradigma ;-)
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