El ejercicio sobre este tema (T3) comienza con la búsqueda de algún caso de la propia disciplina (o relativamente cercano, porque igual no es fácil de encontrar en algunos casos). Escribid una entrada en el blog describiendo brevemente el caso y comentándolo en relación con las lecturas.
Aprovechar el soporte de los estudios científicos y el prestigio de entidades de referencia en la comercialización de distintos productos es bastante habitual en procesos de comercialización, en la aportación de información o en el soporte de tesis y sentencias que la sociedad considera como válidas.
La utilización de la "letra pequeña" queda de manifiesto cuando al pie de los anuncios o en las citas realizadas por las personas participantes en un determinado foro, aparecen de manera sutil la cita sobre los estudios que sirven de referencia.
La pregunta es: ¿Se trata de fraude científico? o quizá nos debería hacer una segunda pregunta ¿Se trata de una estafa basada en el soporte intencionado de la ciencia? Son muchas las publicaciones y comentarios que se realizan sobre este particular y en todas ellas se concluye que no se trata ni de un fraude ni de una estafa ya que existen los estudios y existen los datos.
Mi pregunta inicial a esta entrada decía ¿Fraude relativo?, provocando que se pueda llegar a una conclusión incierta. La propia definición implica que en el caso del fraude, sólo cabe la opción de que lo sea o no, de que haya una aportación científica errónea, falsa, incorrectamente aportada, parcialmente oculta, que pueda ratificar las conclusiones de un proceso científico.
La clave en el uso de los resultados científicos está por tanto en poder utilizarlos de manera absoluta para el fin con el que se usan, de tal manera que no sea posible utilizarlos para parecer que cumplen con un fin, sin que de manera absoluta lo cumplan. Posiblemente la clave esté en que los investigadores que sirven la información y descubrimientos científicos para un exitoso resultado, sean conscientes del fin que ese estudio permite.
¿Eso quiere decir que se haya realizado una actividad científicamente fraudulenta? La respuesta en la mayor parte de los casos es que no, que no es así. Esos informes científicos provocan que los que asumimos, deseemos, solicitemos esa información como "usuarios", en el fondo queramos ayudar al lado racional de nuestro cerebro a justificar la decisión irracional ya tomada. Esa decisión tomada aplicada a las compras, es simplemente justificativa.
Nos hemos acostumbrado a esta forma de publicitar productos, y esa costumbre en la que damos por suficientes estudios de aplicación parcial o relativa pueden acercarnos al contacto con las circunstancias cercanas a esa "necesidad" de justificación.
Ese afán de justificación y las compensaciones asociadas que los resultados científicos generan (sueldos, ayudas, reconocimientos, prestigio, ...) provoca que se pueda generar un entorno no muy lejano del fraude científico, moviéndonos es la peligrosa escala de los grises donde pasar de nivel sea mucho más sencillo y menos reprobable moralmente.
Conocer y evitar moverse en el entorno del "fraude relativo" permitirá alejarnos de los colores puros del rango y la justificación de la toma de decisiones.
Aprovechar el soporte de los estudios científicos y el prestigio de entidades de referencia en la comercialización de distintos productos es bastante habitual en procesos de comercialización, en la aportación de información o en el soporte de tesis y sentencias que la sociedad considera como válidas.
La utilización de la "letra pequeña" queda de manifiesto cuando al pie de los anuncios o en las citas realizadas por las personas participantes en un determinado foro, aparecen de manera sutil la cita sobre los estudios que sirven de referencia.
La pregunta es: ¿Se trata de fraude científico? o quizá nos debería hacer una segunda pregunta ¿Se trata de una estafa basada en el soporte intencionado de la ciencia? Son muchas las publicaciones y comentarios que se realizan sobre este particular y en todas ellas se concluye que no se trata ni de un fraude ni de una estafa ya que existen los estudios y existen los datos.
Mi pregunta inicial a esta entrada decía ¿Fraude relativo?, provocando que se pueda llegar a una conclusión incierta. La propia definición implica que en el caso del fraude, sólo cabe la opción de que lo sea o no, de que haya una aportación científica errónea, falsa, incorrectamente aportada, parcialmente oculta, que pueda ratificar las conclusiones de un proceso científico.
La clave en el uso de los resultados científicos está por tanto en poder utilizarlos de manera absoluta para el fin con el que se usan, de tal manera que no sea posible utilizarlos para parecer que cumplen con un fin, sin que de manera absoluta lo cumplan. Posiblemente la clave esté en que los investigadores que sirven la información y descubrimientos científicos para un exitoso resultado, sean conscientes del fin que ese estudio permite.
¿Eso quiere decir que se haya realizado una actividad científicamente fraudulenta? La respuesta en la mayor parte de los casos es que no, que no es así. Esos informes científicos provocan que los que asumimos, deseemos, solicitemos esa información como "usuarios", en el fondo queramos ayudar al lado racional de nuestro cerebro a justificar la decisión irracional ya tomada. Esa decisión tomada aplicada a las compras, es simplemente justificativa.
Nos hemos acostumbrado a esta forma de publicitar productos, y esa costumbre en la que damos por suficientes estudios de aplicación parcial o relativa pueden acercarnos al contacto con las circunstancias cercanas a esa "necesidad" de justificación.
Ese afán de justificación y las compensaciones asociadas que los resultados científicos generan (sueldos, ayudas, reconocimientos, prestigio, ...) provoca que se pueda generar un entorno no muy lejano del fraude científico, moviéndonos es la peligrosa escala de los grises donde pasar de nivel sea mucho más sencillo y menos reprobable moralmente.
Conocer y evitar moverse en el entorno del "fraude relativo" permitirá alejarnos de los colores puros del rango y la justificación de la toma de decisiones.
La letra pequeña puede ser un fraude en el uso del conocimiento científico, pero no un "fraude científico", que es como nos referimos a elaborar conocimiento supuestamente científico con métodos inadecuados.
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